Situación actual de los servicios de salud mental para adultos mayores en Costa Rica
- asopogua
- 7 mar
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Actualizado: 11 jun
Por Dr. Eugenio Espinoza Atencio, Lic. Psc.
En Costa Rica, la atención a la salud mental de las personas adultas mayores está incorporada dentro del sistema público de salud, pero aún carece de una estructura especializada y sólida que atienda de forma exclusiva las particularidades de esta etapa de la vida. Aunque existen servicios y esfuerzos institucionales en marcha, persisten diversas limitaciones tanto en cobertura como en equidad.
En el primer nivel de atención, es decir, en la atención primaria, los adultos mayores suelen acceder a través de los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (EBAIS) y las clínicas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Idealmente, en estas instancias se debería incluir el tamizaje para detectar signos de depresión, ansiedad o demencia como parte del control rutinario de la persona mayor. Sin embargo, en la práctica, la incorporación de la salud mental en este nivel aún es limitada, aunque se observa un crecimiento progresivo. Algunos EBAIS cuentan con profesionales en psicología o trabajo social que pueden brindar consejería básica, pero no todos los equipos poseen personal especializado en salud mental de forma permanente. Tanto el Ministerio de Salud como la CCSS han reconocido la necesidad de fortalecer la detección temprana, promoviendo guías y capacitaciones para que el personal general aprenda a identificar signos de deterioro cognitivo o síntomas emocionales durante la consulta médica. A pesar de estos esfuerzos, las cargas laborales y la falta de recurso humano impiden que estas buenas prácticas se implementen sistemáticamente. Es crucial, entonces, fortalecer la capacidad de respuesta desde el primer nivel, ya que muchos casos leves pueden tratarse sin necesidad de escalar a servicios especializados, siempre que se detecten a tiempo.
Para casos más complejos, el sistema ofrece atención especializada en los niveles secundarios y terciarios. En este contexto, el Hospital Nacional Psiquiátrico, ubicado en Pavas, ha sido históricamente el principal centro para tratar enfermedades mentales graves en todas las edades, incluyendo a adultos mayores con psicosis, demencias avanzadas o trastornos afectivos severos. No obstante, en los últimos años se ha impulsado una transición hacia modelos menos asilares y más comunitarios, en concordancia con los principios de la nueva legislación en salud mental. Paralelamente, el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes, también en San José, se enfoca principalmente en la atención médica integral de las personas mayores, incluyendo aspectos relacionados con su salud mental. Este hospital cuenta con una Clínica de Memoria que permite el diagnóstico y seguimiento de demencias, así como servicios de apoyo psicológico tanto para los pacientes hospitalizados como para sus familias. A nivel regional, algunos hospitales generales disponen de clínicas de psicogeriatría o consultas psiquiátricas, aunque no siempre cuentan con especialistas en salud mental geriátrica. Por esta razón, en muchos casos, los adultos mayores con depresión o ansiedad moderada a severa son atendidos por psicólogos o psiquiatras generales que comparten su carga asistencial con personas de otras edades.
Más allá del ámbito clínico, el país ha desarrollado una Red de Atención Progresiva para el Cuido Integral del Adulto Mayor, bajo la coordinación del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (CONAPAM). Esta red incluye servicios no hospitalarios fundamentales para la salud mental, como los centros diurnos y los hogares de larga estancia. Los centros diurnos funcionan como espacios comunales donde los adultos mayores autónomos o con dependencia leve pueden asistir durante el día para socializar, alimentarse adecuadamente y participar en actividades recreativas, terapéuticas y de estimulación cognitiva. Estas dinámicas ayudan a prevenir el aislamiento social y promueven el bienestar emocional. En el caso de los hogares de larga estancia —como residencias o albergues— se brinda atención a personas mayores en situación de abandono o con dependencia severa. Si bien estos hogares cubren las necesidades básicas y ofrecen acompañamiento social, la atención especializada en salud mental varía según los recursos disponibles en cada centro. Cabe destacar que muchos de estos espacios son gestionados por organizaciones sin fines de lucro, con respaldo financiero del Estado, por ejemplo a través de la Junta de Protección Social. A pesar de su relevancia, la cobertura de esta red de cuido sigue siendo baja: se estima que solo alrededor del 5% de las personas adultas mayores reciben algún tipo de apoyo institucional más allá de la pensión, lo cual revela que una gran mayoría carece de acceso a programas formales de apoyo social. El mismo CONAPAM ha reconocido que los recursos actuales —tanto humanos como económicos— son insuficientes para cubrir la creciente demanda que acompaña al envejecimiento poblacional.
En cuanto a políticas públicas, en años recientes se han promulgado marcos normativos que reconocen explícitamente la necesidad de abordar la salud mental de las personas mayores. La Política Nacional de Envejecimiento y Vejez 2022-2032 contempla la salud mental como uno de sus pilares estratégicos, fomentando el envejecimiento activo, la construcción de entornos amigables y la garantía de atención equitativa en salud mental. Asimismo, la Política Nacional de Salud Mental, vinculada a la Ley N.º 9893, promueve la integración de la atención mental en todos los niveles del sistema de salud y aboga por la protección de los grupos más vulnerables, incluyendo a los adultos mayores. Algunas acciones derivadas de estas políticas han comenzado a implementarse, como la designación de octubre como el Mes de la Salud Mental del Adulto Mayor, campañas de sensibilización, y capacitaciones dirigidas a cuidadores y personal de salud para la detección temprana de demencias en la comunidad. También cabe destacar el rol activo de organizaciones como la Asociación Costarricense de Alzheimer y otras Demencias Asociadas (ASCADA), que brinda educación, apoya a cuidadores y participa en procesos de incidencia política para mejorar la atención a personas con deterioro cognitivo.
En síntesis, Costa Rica cuenta con una estructura institucional que provee una base importante para la atención de la salud mental en la vejez, pero aún enfrenta desafíos significativos para dar respuesta efectiva a la creciente demanda. La concentración de servicios especializados en el Área Metropolitana, la escasez de recurso humano capacitado y la limitada cobertura de los programas comunitarios constituyen barreras que dificultan una atención equitativa y oportuna. Reducir esta brecha implica no sólo ampliar y descentralizar los servicios, sino también fortalecer la formación en gerontología y salud mental, e innovar en modelos de atención que se adapten a los contextos locales en que viven las personas adultas mayores.
Referencias
Asociación Costarricense de Alzheimer y otras Demencias (ASCADA). (2018) Innovador proyecto de investigación mundial en demencia presenta primeros resultados en Costa Rica. ASCADA.
Organización Panamericana de la Salud. (2020). Perfil de salud mental de Costa Rica – 2020. OPS.
Rodríguez Rodríguez, L. (2022, 23 de octubre). Salud mental para las personas adultas mayores: una aspiración con muchos retos. Universidad de Costa Rica
Vega, A., & Salazar, A. (2021). II Informe del Estado de Situación de la Persona Adulta Mayor en Costa Rica. San José: Universidad de Costa Rica:CCP-CONAPAM.
Claro, con todo gusto D. Víctor. Atender a una persona adulta mayor de forma integral implica mucho más que solo cuidar su salud física; también hay que acompañarla emocionalmente, respetar su autonomía y asegurar que su alimentación y entorno sean adecuados. Veamos las diferentes áreas:
Cuidados físicos: Es importante llevar un control de las enfermedades crónicas (como presión alta o diabetes), dar los medicamentos puntualmente y prevenir caídas (por ejemplo, quitando alfombras o poniendo pasamanos en el baño). También es clave que asistan a controles médicos periódicos y tengan sus vacunas al día.
Bienestar emocional: El cariño y la compañía valen oro. Escucharlos, hacerlos sentir útiles, pasar tiempo con ellos, todo eso ayuda a combatir la soledad. Hay que estar…
Muchas gracias por compartir su conocimiento con todos. Abusando de esto, serías tan amable de ayudarnos a aprender un poquito sobre los cuidados básicos necesarios para atender a una persona adulta mayor?. De antemano, mi agradecimiento.